miércoles, enero 23, 2013

Ó: Antología del Colectivo Literario Homoerótica


Ó: Antología del Colectivo Literario Homoerótica
Por: Daniel Torres

 

La Antología del Colectivo Literario Homoerótica, editada por su fundador, el poeta Ángel Antonio Ruiz Laboy, es un libro para devorarse en sus 193 páginas.  Dividida en dos partes, “Poesía” y “Narrativa”, no contiene ni una sola ficha biobibliográfica de los autores.  El texto de cada cual avala la calidad del nombre del escribiente.  Así como el carácter de performance de cada entrega, según reza el comentario de contraportada del editor:

Esta colección, representativa de los más de 500 valientes textos poéticos y narrativos, leídos en plazas públicas, en discotecas, librerías, en edificios oficiales del estado y en templos de la cultura, fueron diseminados ampliamente a través de medios eletrónicos y son punto ineludible en el camino trazado por nuestros predecesores hacia la equidad y la justicia.

Son poemas y narraciones que vieron primero la luz en el mundo virtual y en las lecturas hechas en lugares públicos de toda índole.  Llevar la literatura a ese campo interactivo del contacto directo con los lectores es una de las características principales de los novísimos literatos del nuevo milenio.  Aterrizar el proyecto en el medio tradicional del libro es también otro hallazgo mediante el cual el editor recoge todo el entramado para una posteridad concreta, como lo es el papel y la tinta.  Ha sido publicado en Erizo Editorial, proyecto que ya tiene a su haber diversos títulos clave como: Poesía reunida de Víctor Fragoso, El jardín en luto de Miguel Ángel Náter, Empírea: saga de la nueva ciudad de David Caleb Acevedo y el ya clásico El tiempo de los escarabajos del mismo Ángel Antonio Ruiz Laboy, entre otros.

Abre el volumen “La rosa de los vientos” de Abniel Marat, un autor que ya nos ha entregado sus Poemas de un homosexual puertorriqueño (uno de los textos fundacionales de la literatura queer boricua) y quien también ha incursionado en el teatro con obras como Dios en el Playgirl de Noviembre. Marat hilvana un texto que deconstruye las nociones de masculinidad a la manera en que la coregografía “El hombres es una rosa”, del gran bailarín ruso Nijinsky, exploraba en movimiento las capacidades del  hombre de ponerse en contacto con el género femenino en su propia experiencia.  Marat nos dice: “No soy hombre…/  Soy una mujer… Vivo en el viento…/ Yo soy lo que no puede ser: La Rosa de/ los Vientos” (11-12).  Ante la posibilidad de hacerse mujer, el hablante lírico abre la puerta hacia la relatividad de las nociones macho y hembra cuestionando el orden patriarcal heteronormativo.  Y toda la antología se dedica a presentar la carne a través del verbo como una de las características fundamentales de la literatura queer.

Son variados los textos que toman esta tendencia como eje de su escritura, donde se sigue explorando el péndulo entre lo masculino y femenino como un espacio intermedio de lo queer.  Ya no se trata de nociones cerradas de lo que es el género sino de una amplitud de registros. Un cuento breve como “Objects in mirror” de Ángel Antonio Ruiz Laboy ilustra este aspecto: “Hace tres años que vendo ilusiones a un par de hombres y que me pagan por ser lo que me gusta ser, mujer” (128).  Un travesti que hace la calle nos cuenta su experiencia.  En “Fabiola está de regreso” de Alexis G. Pedraza la famosa canción de Gloria Trevi, “Todos me miran”, le sirve de subtexto al narrador para entregarnos la historia de Fabiola, el alter ego de Peter, pareja de Luis Roberto, quien le reprime a Peter la manifestación de Fabiola.  En el cuento vemos el criterio de libertad por el cual Peter/Fabiola se desencadena de los prejuicios pequeño burgueses de Luis Roberto.

Otro eje que cruza la antología de principio a fin es el alto grado de erotismo propio de los primeros textos escritos por autores noveles.  “Conciencia” de Amárilis Pagán Jiménez es un buen ejemplo: “Eres la alambrada translúcida/ que presta forma a mi cuerpo/ cuando inevitablemente intenta derramarse/ a través de tus espacios invisibles…” (21).  “Fragmentos” de Angélica Díaz es otro ejemplo: “soy una mujer partida de labios/ una mujer que se comparte ante la abertura del cuerpo/ una mujer que ha sabido hacerse hembra hasta la hondura/ hasta desear su misma savia” (32).  Uno de los poemas más viscerales de esta corriente erótica es “Sin título” de David Caleb Acevedo: “Finalmente, al estallar,/ hazlo en mi cara,/ riega tus esporas y clama por mi humillación final/ mientras mi caverna, estremecida/ derrumba sus estatuas…”  (40).  Otro poema singular es “La Venida” de la gran Nemir Matos Cintrón: “Oigo crujientes mástiles legendarios/ estallar en agujas lanzadas hacia el cielo al venirte en mi/ boca” (79).  Moisés Agosto aporta su tanto a esta explosión colectiva de poemas y narraciones donde lo homoerótico y lésbicoerótico hace su agosto en plena libertad impresa: “Compañero de sexo roto,/ pensé en ti con el puño a cuestas,/ relatos divergentes me recuerdan tu nombre/ cuando la inmensidad de tu mano/ me invadió el cuerpo” (78).  La caricia del amor y del sexo, el estallido de la venida, el derrame y el partirse de labios son todas imágenes que gráficamente convocan una de las experiencias más humanas: la del amor y el sexo.  Esta Antología del Colectivo Literario Homoerótica es una contrapartida de lectura a las ya legendarias Cachaperismos en sus dos entregas, editadas por la escritora Yolanda Arroyo Pizarro, quien también pone aquí su buen grano de arena en este periplo erótico con el poema “Bruja”: “Se solicita una maga que también muerda los labios de abajo/ que haga a veces brotar la sangre, y a veces la saliva” (105).

Y entre el amor y el sexo hay una narración magistral de Xavier Valcárcel que sería uno de los mejores ejemplos de la literatura queer boricua en esta antología.  Se trata de “Nudo”.  Aquí se narra el encuentro de dos jóvenes que asisten a “la retrospectiva de Tom of Finland” (189) y se conquistan: “éramos sólo nosotros y todas aquellas imágenes desplegándonos sexo” (189).  “José de papel y de palabras” de Max Chárriez es un cuento que reescribe en narrativa el famoso poema de Manuel Ramos Otero al José de brocha gorda, pintor cubano por el que el poeta pierde la cabeza en Niuyol.  Luis Negrón vuelve con su ya clásico “Por Guayama”, de su bestseller Mundo cruel, y asumimos que aquí el texto aparece porque fue en las lecturas públicas del Colectivo Literario Homoerótica donde se dio a conocer por primera vez el cuento.  La poesía madura de Aixa Ardín Pauneto (“travesía del hiponauta”) elude lo erótico para plantarse en la idea de esa navegante que va “por debajo de” o tiene “escasez de” en un texto redondo: “el capitán de hielo y su hiponauta/ juegan a poblar el planeta” (16).  Rita Jarcor con su “Lección 1: Lluvia dorada” internacionaliza la antología desde México así como lo hace  Gastón Malgieri desde Argentina, con su poema a Néstor Perlongher, otro autor fundacional de la literatura queer latinoamericana.

Cierro estos breves comentarios con el poema breve “Hablarle a la pared” de Karen Sevilla porque lo dice todo: “Acaso notas de la lejanía un huirte indescifrado/ por todo tu cuerpo rígido y tu boca de piedra./ Te amo malcriada./ Es parte del proceso”  (66).  Podríamos decir que esta Antología del Colectivo Literario Homoerótica editada por Ángel Antonio Ruiz Laboy es parte del proceso de llevar al centro del corpus de lecturas queer boricuas, una selección del quehacer del colectivo en los últimos años, abogando por una literatura amplia donde el deseo lésbicogay encuentre su lenguaje propio, en pos de “seguir caminando con la solidaridad como bandera que abrace nuestras adversidades”, como reza el comentario de contraportada del antólogo.  Y esperemos que no sigamos hablándole a la pared porque ya es hora que se reconozca la labor de estos jóvenes escritores que hablan con libertad de sus criterios del amor entre hombres y entre mujeres sin tapujos de ninguna índole en el Puerto Rico del Siglo XXI.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Yolanda por postear esta resenha! Manhana saldra en EL POSTANTILLANO y la puedes repostear. Perdona los anglicismos. Saludos desde Mexico.

Daniel Torres

Acerca de mí

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Yolanda Arroyo Pizarro (Guaynabo, 1970). Es novelista, cuentista y ensayista puertorriqueña. Fue elegida una de las escritoras latinoamericanas más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la UNESCO, el Hay Festival y la Secretaría de Cultura de Bogotá por motivo de celebrar a Bogotá como Capital Mundial del libro 2007. Acaba de recibir Residency Grant Award 2011 del National Hispanic Cultural Center en Nuevo México. Es autora de los libros de cuentos, ‘Avalancha’ (2011), ‘Historias para morderte los labios’ (Finalista PEN Club 2010), y ‘Ojos de Luna’ (Segundo Premio Nacional 2008, Instituto de Literatura Puertorriqueña; Libro del Año 2007 Periódico El Nuevo Día), además de los libros de poesía ‘Medialengua’ (2010) y Perseidas (2011). Ha publicado las novelas ‘Los documentados’ (Finalista Premio PEN Club 2006) y Caparazones (2010, publicada en Puerto Rico y España).

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